Shodana significa purificación, y Nadi, pasaje o canal energético. En el nombre de este ejercicio se encuentra implícito uno de sus principales efectos: la purificación de los nadis. La característica más notable de Nadi Shodana Pranayama es la incorporación de ritmos concretos en cada una de las fases respiratorias (esto se va incorporando de a poco en la práctica). Esta técnica tambien se conoce como Anuloma Viloma.
Los Yoguis de la antiguedad estudiaron minuciosamente los ritmos fisiológicos y descubrieron la interrelación exacta entre el ritmo respiratorio, el ritmo cardíaco y la actividad cerebral. A partir de estas investigaciones diseñaron los ejercicios de respiración ritmada (PRANAYAMAS), cuya finalidad es recuperar y potenciar la armonía entre las distintas funciones fisiológicas, a través de unos ritmos respiratorios que mejoran la captación del prana (energía vital), y su equilibrada distribución dentro del cuerpo-mente.
Nadi Shodana es una de estás técnicas milenarias que estudiaron los Yoguis y, básicamente, consiste en respirar de forma alterna, por una y otra fosa nasal, aplicando un gesto de la mano que se llama Nasagra Mudra. La formula general del ejercicio es:
Inspirar por la fosa izquierda,
espirar por la fosa derecha,
inspirar por la fosa derecha,
espirar por la fosa izquierda.
Esta formula es una vuelta completa de Nadi Shodana, En la práctica suele comenzarse realizando diez vueltas y con el tiempo se va aumentando progresivamente hasta completar veinticinco vueltas o incluso más.
A continuación dejamos un vídeo explicativo de este pranayama:
Beneficios principales:
Incrementa la absorción de oxígeno y el prana, y estimula la eliminación del dióxido de carbono y las impurezas del cuerpo.
Ventila los pulmones y purifica la sangre.
Fortalece el sistema nervioso y equilibra la actividad de las cadenas nerviosas simpática y parasimpática.
Induce el equilibrio entre los hemisferios cerebrales.
Purifica los nadis. Disuelve los bloqueos energéticos y regula la circulación pránica.
Proporciona estabilidad y serenidad mental.
Induce los estados de interiorización, concentración y meditación (pratyahara, dharana, dhyana)